Mesa redonda dedicada a la trayectoria de la Fundación Enrique Gran. Museo de Bellas Artes de Santander.(29/01/2014)
GRAN GRAN. Las tres pasiones de Enrique Gran fueron la pintura, las mujeres y los hombrecitos verdes. Grande de España, pintor de otros mundos y de otros tiempos, autor de una obra sorprendente que despierta sentimientos de melancolía, genio de la soledad, magnífico en sus contrastes, pícaro y con una maravillosa y mágica forma de ver la vida a través de una mirada de rara sutileza.
Es Begoña Merino Gran quien lee, pero las frases no son suyas, sino que las han dejado escritas cientos de personas que han visitado las últimas exposiciones del creador santanderino. Quince años después de su trágica muerte, cinco desde que nació la Fundación que lleva su nombre, permanece vivo y actual el recuerdo del gran Gran, el poeta de los pinceles, uno de los autores más brillantes y personales del siglo XX, el utópico pintor de la abstracción a quien tanto le costaba desprenderse de sus cuadros. La alta asistencia al acto de ayer en el Museo de Bellas Artes así lo confirma.